Como ya se había mencionado, es de suma importancia la participación ciudadana en política, ya que los diferentes mecanismos constitucionales (por ej. voto, plebiscito, referendo, consulta popular, acciones de tutela, entre muchos otros) por los que podemos hacer defensa de nuestros derechos, nos permiten también, servir como entes críticos del proceder de las distintas organizaciones gubernamentales.
Sin embargo, al ser veedores de la normatividad dentro de las acciones estatales, nuestra visión no debe centrarse únicamente en señalamientos improductivos. Más bien, debemos reflexionar y proponer desde la ética, estrategias que ayuden a repeler esa ideología ventajosa de aprovecharse del otro, mediante una participación activa de todos los involucrados, que no tienda a los conformismos y que garantice nuestro propio bienestar y el de la comunidad a partir de razonamientos críticos y acciones que vayan encaminadas hacia la integridad social.
Bien podríamos abordar esta problemática desde la perspectiva de Cortina (2013) quien hace referencia a la ética como una condición ineludible de nuestra humanidad, que nos lleva a ser "morales" o "inmorales" pero nunca a un punto intermedio (amoralidad). Y es a partir de esta reflexión moral, que se constituye nuestro deber por exigir integridad tanto a personas como instituciones, en la búsqueda de una sociedad moralmente alta.
Referencias: Cortina, A. (2013). ¿Para qué sirve realmente la ética? (Spanish). (2014). Recerca, 14. 143-148. Recuperado de: http://bibliotecavirtual.unad.edu.co:2051/login.aspx?direct=true&db=hus&AN=95871178&lang=es&site=eds-live
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